
¿POR QUÉ NO CREZCO ESPIRITUALMENTE?
Muchas personas se preguntan por qué hay etapas en la vida espiritual donde parece que no creciéramos o nos detuviéramos en nuestro crecimiento espiritual. Y nos preguntamos: ¿Por qué no crezco espiritualmente?
La Biblia dice en Proverbios 4:18 que la senda de los justos es como la luz de la
aurora que va en aumento, es decir todo hijo de Dios ha sido diseñado por Él para
crecer, desarrollarse, madurar; la verdad es que el tiempo no es una garantía del
crecimiento espiritual, necesitamos avanzar en etapas.
Cuando enfrentamos el estancamiento debemos:
1.- Considerar sino hemos acumulado heridas.
La falta de perdón es un elemento vital para detener nuestro avance espiritual, no
solo se trata de decirlo, sino de hacerlo de corazón, es lo que nos dijo Jesús en
Mateo 18:35. El perdón debe ser confesado con nuestra boca pero soltado de lo
profundo de nuestro corazón. Una persona que no perdona no puede crecer
espiritualmente porque el resentimiento afecta su corazón y percepción de Dios.
2.- Checar los conflictos no resueltos.
Los pendientes espirituales, quizás una promesa no cumplida, un área de nuestra
vida no ministrada, un aspecto de nuestro corazón no tratado que se vuelve cíclico
en nuestro caminar con Dios, un hábito no cambiado… Muchas veces estos
pequeños detalles internos pueden tener un efecto espiritual en nuestro fruto.
La Biblia le llama pequeñas zorras. Cantares 2:15
3.- Pecados no confesados.
A veces el temor y la vergüenza junto con la culpa se unen para hacernos pasar
una mala jugada, la sensación de condenación y de que algo dentro de nosotros
todavía nos hace sentir permanentemente sucios, inconscientemente nos va a
alejar de Dios y de Su presencia.
Necesitamos estar a cuentas con Dios conforme a lo que Isaías 1:18 dice, venir y
estar a cuentas con Él, todo lo que no confesamos a Dios el enemigo lo usa como
materia prima para atormentarnos.
Toma en cuenta estos puntos y medita en ellos… examina si hay en ti algo que
pueda detener tu crecimiento espiritual y ponte a cuentas con Dios.